Dentro de la mitología asturiana encontramos seres como Trasgus, Xanas, Diañus, Busgosus (si quereis saber más de ellos podeis leer el Blog de Turismo Rural en Asturias) o Nuberus.
En esta ocasión hablaremos del cuélebre, también se les conoce como culebre o
serpe en Cantabria y Galicia. Es una enorme criatura alada, con apariencia de
serpiente y piel espinosa, parecida a un dragón, que posee grandes, es un ser
de aspecto desafiante, con una boca con grandes dientes afilados, ojos grandes
y que escupe azufre y fuego.
Se dice que vivir cerca de un
cuélebre es bastante molesto porque emite unos silbidos muy molestos y se
alimenta tanto de hombres vivos como muertos. Para evitar tales hechos, se le
dan boroñas (pan dulce típico de Asturias) con el fin de aplacarlo.
Cuando envejecen se van al fondo
del mar para cuidar de los tesoros que encuentran y descansar.
Por su gran fortaleza sólo es
posible matarlo atacándole por la garganta, su punto débil, ya que el resto del
cuerpo está cubierto de duras escamas que lo vuelven invulnerable.
Cuentan la leyendas que el
cuélebre tras tantos siglos de longevidad ya ha perdido gran parte de sus
poderes, especialmente en la mágica noche de San Juan cuando no son efectivos
sus encantamientos. Por el contrario, la noche de San Bartolomé sale de su
cueva con sus poderes acrecentados, provocando tempestades y desatando el
terror.
Algunos dicen que los campesinos
logran vencerlo mediante engaños, otros cuentan que unos monjes decidieron
darle un pan con alfileres lo que le causo la muerte.
En el pasado el cuélebre exigía
cada cierto tiempo una mujer virgen para devorarla a cambio de no desatar su
furia, la leyenda cuenta que una de esas doncellas invocó a Santiago El Apóstol
el cual se enfrento a la bestia, resulto herido y volvió a la cueva donde vivía
y nunca más volvió a pedir tributo a la gente.
Distintas representaciones de este ser mitológico en el arte asturiano
pueden verse en la sillería del coro de la Catedral de Oviedo, en la iglesia de
Santa María de Celón (Allande), en la iglesia de San Emeterio de Sietes (Villaviciosa),
así como en los escudos de armas del palacio de Mon (San Martín de Oscos) y del
linaje de Labra (Cangas de Onís) y en algunos hórreos y paneras de estilo
Villaviciosa, del siglo XVI.
Si quereis conocer más sobre la mitología asturiana os recomendamos ver el Blog de Turismo de Asturias
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